Los padres no nacen. Se hacen. Tener esto claro desde el principio nos permitirá comprender mejor las cuestiones esenciales de la función masculina.
En el hecho de la adopción, la paternidad adquiere unos tintes peculiares que no siempre son tenidos en cuenta. Una paternidad querida y asumida tiene mucho ruptura con la tradición que nos precede y nos abre nuevas posibilidades...
En este sentido puede ser interesante las reflexiones que aparecen en "Convertirse en padre. La paternidad es cosa de hombres." de Sergio Sinay.
Son muy sugerentes las preguntas para la reflexión que aparecen al final del escrito.
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